Desde el Grupo Municipal Socialista de Alcoy lamentamos que, una vez más, el Partido Popular vuelva a cuestionar el trabajo de los técnicos y técnicas municipales con afirmaciones sin fundamento y con una clara voluntad de desinformar. En esta ocasión, su diana ha sido el proyecto del carril bici del acceso oeste, una actuación redactada y supervisada —como todas— conforme a la normativa vigente y por profesionales de nuestro Ayuntamiento.

Resulta curioso que el PP descubra ahora, cuando las obras están prácticamente terminadas, supuestos “errores de diseño”, cuando tuvo la oportunidad de revisar el proyecto y hacer sus aportaciones durante el período de exposición pública, pero no lo hizo. Es decir: no participan cuando toca, pero después critican como si fueran ingenieros o arquitectos.

El concejal popular Jordi Reig, que parece más interesado en dar lecciones de arquitectura que en hacer una oposición constructiva, debería saber que los proyectos municipales no los redacta Toni Francés, sino los técnicos. Si tanta pasión siente por la planificación urbanística, le animamos cordialmente a presentarse a las próximas oposiciones de Arquitecto Municipal. De esta manera podría, por fin, poner en práctica todo su “conocimiento experto”.

Desde el Grupo Socialista defendemos con orgullo la labor del funcionariado de este Ayuntamiento, profesionales que trabajan con rigor y compromiso para mejorar la ciudad. Lo que no podemos aceptar es que, por puro desgaste político, el PP insinúe constantemente que los técnicos municipales hacen mal su trabajo. Especialmente teniendo en cuenta que, si algún día llegan a gobernar, serán estos mismos técnicos quienes redacten sus proyectos.

Además, ya es costumbre que el PP de Alcoy confunda una nota de prensa con un artículo de opinión. Sus comunicados rara vez incluyen ningún dato técnico contrastado, y cuando aportan alguno, nunca indican la fuente ni el momento en que se obtuvo, lo que impide comprobar su veracidad. En definitiva, más opinión que información, y siempre con el mismo objetivo: generar dudas y desgastar al gobierno.

En resumen: menos titulares catastrofistas, más respeto institucional y, sobre todo, un poco más de coherencia. Porque en Alcoy no hay técnicos “chapuceros”; lo que hay son ganas del PP de criticarlo todo, aunque no lo entiendan.