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Ya han empezado las obras para consolidar y poner en valor la Torre-Portal de Cocentaina, vestigio que patrimonialmente forma parte del cinturón defensivo que protegía la villa en el siglo XIII. Los trabajos han sido adjudicados por un presupuesto base de 145.960,81 euros a la empresa Cantó Obras SL, que ahora cuenta con un plazo de cuatro meses para ejecutarlos. Las obras han empezado con el desbroce y vallado de la zona y este viernes se desarrollarán de manera intensiva.

El proyecto se incluye en la línea de los Presupuestos Participativos del Ayuntamiento de Alcoy y forma parte de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) Alcoidemà, por lo que está cofinanciado al 50% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional FEDER, en el marco del programa Operativo Pluriregional de España 2014-2020.

El área de actuación de este proyecto se incluye dentro del conjunto declarado Histórico Artístico y es Bien de Interés Cultural. Está situada en unos solares en los números 101 y 103 de la calle Verge Maria, por lo que se encuentra dentro del perímetro de protección del casco histórico, según el vigente PGOU de 1989.

Se trata de un espacio complejo donde confluyen a la vez varios elementos patrimoniales. De una parte, los restos de un tramo de muralla y torre-portal de la que fuera muralla de la Vila d’Alcoi en la época medieval cristiana (s. XIII y XIV); por otro lado, parte de lienzo de la muralla vinculada a la Guerra del Francés (1809) localizada en el frente noreste y parte de los muros que conformaban el paso interior de la puerta de ingreso a la ciudad (frente sureste); y por último, la fachada posterior de las edificaciones residenciales levantadas en el XIX y XX, recayente a Carrer Fraga (frente noroeste).

La intervención consiste en el acondicionamiento de toda la zona y la consolidación del conjunto de plataformas, muros de contención y cerramientos. También se intervendrá en los muros históricos y en los restos de muralla y la barbacana del siglo XIII. Por último, se prevé mejorar toda la carpintería y la cerrajería, así como la instalación de paneles y de un nuevo sistema de drenaje y de iluminación.

DOBLE OBJETIVO

La actuación tiene un doble objetivo. Por un lado, consolidar y conservar los restos y por otro, poner en valor del conjunto, centrándose principalmente en dar visibilidad a los restos del siglo XIX, mediante la generación de un espacio que sea capaz de articular los elementos a modo de interfaz y que facilite al visitante una inmersión legible, transversal y sintética.

Para ello, la entrada al monumento se realizará desde la parte alta, desde donde se accederá a una pasarela con una posición central y a un nivel de altura intermedio. Esto ofrecerá una visión completa de la fortificación de 1809, una interpretación del conjunto de elementos patrimoniales y una visión panorámica del cauce del Riquer, que complementará las explicaciones sobre la formación de la ciudad y su personal relación con los ríos que esculpen el territorio. Además, se instalará un pavimento que diferenciará la muralla medieval de la fortificación de 1809. Todo el conjunto contará con iluminación nocturna y con paneles explicativos con código lingüístico adaptado y escritos en valenciano, castellano e inglés.

Según recuerda el concejal de Patrimonio Histórico, Ignacio Trelis, estas obras «vienen a completar el estudio arqueológico previo sobre la zona, que se remonta a 2015 y que en 2019 aportó nueva información, que hizo plantear un nuevo escenario interpretativo de los restos y sus cronologías».

«Las obras van a dar relevancia a una parte muy importante de nuestra historia, ayudarán a comprender mejor cómo se formó la ciudad y cómo fueron evolucionando sus límites, recuperando parte de esa configuración original que había quedado oculta debido al paso del tiempo y a la transformación urbanística», añade el edil.